Es el momento de escribirte lo que nunca fui capaz de decirte aunque sea tarde. De decirte que me equivoqué mil veces, que nos equivocamos, que fallamos. Siempre dije que hay lazos, que por mucho que tires, son irrompibles. Me equivoqué. Una y mil veces. Probablemente tú nunca te pares a pensar en mi existencia. Ni siquiera en mi voz, o en mi sonrisa. Probablemente ni siquiera te acuerdes de mí. Antes pensaba que los problemas eran pasajeros. Que siempre había una salida. Un hilo del que tirar. Muchas promesas por cumplir. Muchos sueños derramados en una botella de champán nunca abierta. Demasiadas cosas que no podíamos dejar pasar. Pero las dejamos. Y tanto que las dejamos. Pero si eso tiene algo bueno es que ahora puedo imaginármelo, aunque ya no estés aquí. Tengo algo claro. No voy a escribirte más. Ni siquiera nada de lo que escriba a partir de ahora irá por ti. Nunca más. No lo prometo, porque aprendí que las promesas no sirven, pero sí lo espero. A día de hoy, sé que llevo mi propio camino. Que todo pasó. Que fue hace tiempo. Ahora tengo un camino muy distinto al tuyo. Pero, ¿sabes qué? Nunca dejaré de esperarte, porque eso no me lo perdonaría jamás.
Sara.
TE QUIERO TIA
ResponderEliminareres grande jodia!!!
ResponderEliminarUn consejo... el mayor error es dejar a alguien en tu vida más tiempo del que se merece
ResponderEliminarno seas tonta